"Castilla hizo a España y España deshizo a Castilla y sigue deshaciéndola...." C. Sánchez Albornoz

CASTILLA VIVE A PESAR DE UNA MULTITUD DE DUENDES QUE LA OBVIAN, LA NIEGAN O LA VILIPENDIAN. SEGUIMOS CAMINANDO, PESE A ELLOS.

Castellae vires per saecula fuere rebelles - Durante siglos los castellanos fueron rebeldes (Crónica Bardulia)

Etimología del nombre Castilla:
Se cree que el nombre 'Castilla' viene del latín Castrum o Castellum. Castella significaría tierra de castrum o Castros celtas (tierra de castillos)

"DEL TESTAMENTO DE ISABEL LA CATÓLICA, CITA:


Otrosí, por quanto las Yslas e Tierra Firme del mar Oçéano e yslas de Canaria fueron descubiertas e conquistadas a costa d’estos mis reynos e con los naturales d’ellos, e por esto es razón que’l trato e provecho d’ellas se aya e trate e negoçie d’estos mis reynos de Castilla e León e en ellos e a ellos venga
todo lo que de allá se traxiere; por ende, ordeno e mando que así se cunpla,
así en las que fasta aquí son descubiertas como en las que se descubrieren de aquí adelante, e no en otra parte alguna."



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viernes, 14 de agosto de 2015

GÉNESIS DE LA ESPAÑA INVERTEBRADA.


El Rey Enrique IV de Castilla se opuso al matrimonio de Isabel con el príncipe aragonés, el que luego sería Fernando II. Unas citas del Manifiesto de Juana (la llamada Beltraneja por sus enemigos), veamos:
 
"el dicho Rey mi señor constreñido con pura necesidad y justo temor del perdimiento y desolación de sus Reinos, por dar paz y sosiego en ellos, como siempre su Señoría lo procuró humíllandose y abatiendo a veces su persona y Estado por ello á más de cuanto a su Real Dignidad pertenecía, protestando que lo hacía por la dicha necesidad y temor, mandó que la dicha Reina de Sicilia fuese jurada, e intitulada por heredera de estos dichos mis Reinos, según dice que lo fué por algunos Prelados y Grandes, y Ciudades y Villas de ellos, aunque no en concordia, ni por Procuradores en Cortes, ni en la forma que debía."
 
Y explica Juana como se falsificó y se mintió para que el Principe aragonés se uniera a Isabel:

 "Y por mi parte fué de ello reclamado, y suplicada para la Santa Sede Apostólica, ante la cual fué contradicho, y repugnado muchas, y diversas veces, lo cual fué notificado y publicado así a la dícha Reyna de Sicilia, como en la Corte del dicho Rey mi señor y padre. Y porque la dicha Reina de Sicilia no guardó ni cumplió las cosas susodichas que así prometió y juró al dicho Rey mi señor y a los Perlados (Prelados) y Caballeros, ante gran deservicio, daño y menosprecio suyo, y en quebrantamiento de la dicha su fé y juramento le desobedeció y se apartó de él y de su Corte, y sabiendo bien que el Rey de Sicilia era Rey extraño, y non confederado ni aliado con el dicho Rey mi señor, ni amigo suyo, antes muy odioso é sospechoso á su persona y Real Estado, y á muchos Grandes y á otras personas de estos dichos mis Reinos, contra la voluntad y mandamiento del dicho Rey mi señor, lo hizo llamar escondidamente y, entrar en ellos, contra la disposición de las Leyes de ellos, que disponen, que las doncellas vírgenes, menores de edad de veynte y cinco años, no se casen sin consentimiento de sus padres y hermanos mayores, y si lo hicieren, que por el mismo hecho, sean desheredadas de los bienes y herencia, que les pertenece y puede pertenecer, y se casó y celebró matrimonio con el dicho Rey de Sicilia, siendo parientes en grado prohibido, sin tener dispensación apostólica para ello."
Añade Juana: "Por lo cual todo mereció perder y perdió por derecho y sentencia, y declaración sobre ello debidamente hecha, cualquier acción y demanda que pretendiese haber a la dicha herencia y sucesión, por virtud del dicho juramento a ella fecho o en otra cualquier manera. E además de esto, los dichos Rey y Reyna de Sicilia contra el dicho su juramento, tomaron y ocuparon y hicieron rebelar contra el dicho Rey mi señor algunas Ciudades, Villas y tierras de estos dichos mis Reinos, é contrataron diversas veces con los Perlados y Grandes, y otros Cavalleros, para los hazer mover y errar contra su Señoría, y á otros defendieron, y dieron favor, y ayuda, para que no le obedeciessen, é recibíessen, é ocupasen, sus rentas en grande escándalo y turbación de estos dichos mis Reinos, según fue y es público y notorio en ellos."

Es indicativo que en la corte de Enrique IV se tenía por poco al príncipe Fernando, esto se deduce de la forma y el fondo con que Juana los cita en su carta bajo el apelativo de "Rey de Sicilia" a Don Fernando y "Reina de Sicilia" a Doña Isabel. No se olvide que Juana traía a Castilla mejores pretendientes, como el hermano del Rey de Francia y el Rey de Portugal, dos naciones poderosas frente a un Aragón asfisiado y cercado por mar desde Tunez y por tierra desde Francia.
 
De estas endiabladas maniobras nació, con vicios ocultos la España invertebrada que hoy tenemos. Sin la guerra civil que los aragoneses y sus colaboracionistas castellanos provocaron en 1479, hoy no tendríamos el problema catalán. ¿Porqué año tras año se renueva la mentira de Isabel y el "catalán" Fernando? Se escriben libros, se hacen films y se sigue mintiendo para que el gran engaño perdure, esa mentira que hizo posible la unidad de los reinos hispánicos con vicios ocultos, sin fundamentos jurídicos sólidos y sin amparo moral; sin la renovación de ese engaño quedaría desvelado el falso romanticismo de Isabel y Fernando, la continua ocultación de las razones de Juana ("La Bemtraneja")  y la falsa demencia de Juana ("La loca") ¿Porqué se siguen ocultando las razones de ambas Juanas?  ¿Qué temen ante el conocimiento de la verdad?

En la cita siguiente, vemos cómo del lado aragonés se instigaba y se mentía contra Enrique IV de Castilla y su hija Juana, los monarcas aragoneses y sus colaboracionistas castellanos sembraron discordia entre portugueses y castellanos con el fin de que Portugal y Castilla no se unieran bajo un solo reino, con el fin de que la unión de Castilla se consumara con Aragón:

Y porque yo soy informada, que por parte de los dichos Rey y Reyna de Sicilia, han divulgado, y sembrado muchas cizañas, por los Pueblos, y gente común de mis Reinos, diciendo, que los portugueses tienen enemistad, y contrariedad con ellos, a fin de los alterar, y enemistar conmigo, es bien que sepáis, como el dicho Rey mi señor es natural de estos mis Reinos, y de la Casa Real de Castilla, y desciende del Rey D. Enrique el Segundo, de gloriosa memoria, y del Rey D. Juan su fijo bisabuelo del dicho Rey mi señor y padre que Dios haya, y de de la dicha Reyna de Sicilia que también lo fue del dicho Rey mi señor, el cual, ni el Rey su padre nunca prendieron á los Reyes de Castilla, ni pelearon contra ellos, ni contra sus naturales como lo fizo el Rey D. Juan de Aragón, padre del dicho Rey de Sicilia, contra el señor Rey D. Juan mi abuelo de gloriosa memoria, siendo su súbdito natural, é obligado por juramento de fidelidad, que le prendió, é peleó con él en batalla , por lo cual el dicho Rey de Aragón, y todos sus descendientes fueron, y son perpetuamente privados, é inhábiles por derecho, é por sentencia, é por declaración sobre ello dada, para poder suceder, ni reinar en estos dichos mis Reinos." 

Así se gestó lo que luego, por acción del borbón Felipe V y siguientes, se transformaría en la España que hoy tenemos, a la medida del mediterráneo catalán, pero letal para toda la corona de Castilla y de manera muy grave en todos sus territorios castellano hablantes monolingües, desde el cantábrico hasta Andalucía y Canarias.