ENCANTAMIENTO DE LOS AUTÓNOMOS
El espectáculo de magia entretiene a quienes gustan de malabares y pagan su entrada para regalarse con las habilidades del animador. Se consiente el encantamiento y se acepta el truco porque es útil, alivia de monotonías. Pero hay otra magia, la que se ejerce por los seductores políticos sobre el votante de base genuino, que paga impuestos y sostiene la cosa pública como el que más: el trabajador autónomo. Más de tres millones de trabajadores autónomos en el estado español, son muchos, pero no tantos como votos potenciales. Si consideramos votantes posibles a sus familiares directos, son muchos más, una fuerza socioeconómica y estratégica, presumiblemente un vivero fiel del Partido Popular. Quizá por esa presunta fidelidad, el PP se ha confiado tanto que les ha tenido expectantes durante décadas, les ha desencantado. Este sentimiento de abandono lo aprovecha la competencia política, el actual gobierno de España –PSOE-, necesitado de victoria en las próximas elecciones generales de marzo 2008, ha reconocido ciertas carencias sociales de este colectivo, pocas y poco, pero suficientes para recordárselo, encantarle a sabiendas que tales ventajas sociales conllevan un aumento de la cuota de cotización que estos tendrán que pagar. No obstante se les presenta como un regalo que papá Noel les concede graciosamente. No obtendrán nada por lo que no hayan pagado previamente, pero si cuela, cuela; sus votos pueden ser decisivos para unos partidos que hace poco o NADA por la unidad de Castilla. La magia que el PSOE aplica a este colectivo, está objetivada para ganar las elecciones del 2008. Los demás partidos concurrentes no se inmutan, parece que pasan de un sector importantísimo tanto numérica como estratégicamente. Algo falla en los partidos de la oposición en el ámbito español y en el castellano, ahítos ambos de sus ideologías, no se adaptan al elector autónomo, quieren que este se allane a su ideario.
La cosa será como valoren los autónomos de España el reconocimiento de unas mejoras sociales con cargo a su bolsillo: es un prepago sine qua non tal gracia no acontece. Esto implica que en el estado del bienestar los perceptores contributivos reciben por lo que pagan. En el sector privado lo obtendrían igualmente por unas cuotas probablemente inferiores a las que se paga al “estado del bienestar.” Pero es necesaria la solidaridad para que tengan asistencia quienes no cotizaron, todos estamos conformes con el sistema de Seguridad Social que tenemos. Si consideramos, a groso modo, las cinco CCAA en que se encuentra dividida Castilla, tomando como referencia los 143.000 autónomos de Castilla la Mancha y la población, aproximada, de las cinco CCAA castellanas conjuntamente, 10.015.000 ciudadanos, la cifra podría aproximarse a 794.000 en el ámbito castellano. Es posible que contabilizando los autónomos de Madrid con exactitud se incremente este cálculo. Podríamos citar las cifras exactas, pero para ilustrar la importancia del voto autónomo nos basta con una aproximación. ¿A qué estímulos reacciona este colectivo? Presumiblemente, como pequeños empresarios al provecho económico; como ciudadanos, a las prestaciones sociales y en último término a su ideología. Si esto fuera así, estaríamos ante un votante práctico, lo que nos indicaría que quién mejor le cuide podría recibir la gracia de su voto. El PSOE toma la delantera, como administradores de la cosa pública, han mejorado un poco las prestaciones de este colectivo. ¿Qué van a hacer las diferentes oposiciones para presentar a estos electores el contrapunto? Aún pueden mejorarse sus prestaciones sociales, aún queda margen para ofrecerles otro encantamiento, es el turno para la oposición que concurra a las elecciones de 2008.
Amador Álvarez Mateo, 2008
